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Emprender con éxito no es sexy (según los datos)
Nos venden todo el rato una imagen atractiva y sexy de emprender porque, bueno, eso es lo que vende, valga la redundancia. Pioneros en la punta de lanza de la tecnología, cambiando cosas, diseñando lo nuevo, empujando el límite un poco más allá.
Paparruchas, que decía Mister Scrooge en Cuento de Navidad.
O, al menos, eso dicen los datos si es que, a la hora de emprender, queremos también «hacernos ricos».
Porque la realidad de los emprendedores que consiguen eso es muy diferente a la que vemos en Internet o la televisión.
A qué se dedican realmente las personas más ricas que hay
En 2019, cuatro economistas se propusieron estudiar al 0,1% que más ganaba en Estados Unidos, alrededor de 1,58 millones de personas. El estudio se llama Capitalistas en el siglo XXI y la imagen que da no se parece en nada a jóvenes estrellas de la tecnología y la innovación.
De hecho, según otros datos y a pesar del edadismo, la media de edad del fundador de una empresa que tiene éxito es de unos 47 años, incluyendo tecnológicas.
Así, las dos principales conclusiones que se extraen de esos datos son:
- Los más ricos poseen empresas y capital, no cobran sueldo. Es bastante complicado llegar a ese 0,1% con una nómina, salvo las típicas excepciones poco representativas, como CEOs de multinacionales.
- Esos negocios de mayor éxito son muy poco sexys. Estamos hablando de cadenas de concesionarios, empresas de suministros a otros negocios, distribuidores de bebida, etc. De hecho, la mayoría de esos ricos poseían «negocios regionales», no grandes corporaciones ni startups tecnológicas.
Y es que la realidad de emprender con éxito es todo lo contrario a ser sexy.
La mayoría de negocios que dan dinero no son los que se nos muestran más a menudo. Eso refuerza algo en lo que suelo insistir bastante:
Lo último que brilla o lo que está de moda no es lo que nos va a llevar donde queremos, pero tenemos un sesgo a perseguir todo lo que resulta atractivo y nuevo. Lo llevamos dentro, pero no es el camino.
Lo mismo se puede decir de cualquier otra moda en el tema de emprender: técnicas, estrategias, aplicaciones y otras soluciones mágicas, otros «sabores del mes» que se van igual que vienen y no tienen un impacto real. Eso pasa tanto en tecnología, como en marketing, procesos, oportunidades de negocio, etc.
Otros datos interesantes sobre negocios y emprendedores de éxito
Ya hablaba hace mucho de que perseguir lo aburrido es una buena brújula por la que guiarse. Lo mismo ocurre en tiempos de crisis, los fundamentos son los que nos salvarán: producto superior, marketing sistemático basado en datos, servicio, servicio y servicio… Nada de balas mágicas, por atrayentes que parezcan.
Dicho esto, de ese y otros estudios se desprenden una serie de conclusiones interesantes:
- No todos los negocios tradicionales y poco sexys son rentables. De hecho, hay algunos con bastante poca esperanza de vida. Así, mientras la clínica dental típica vive casi 20 años, lo que muere más rápido son: tiendas de discos (2,5 años), tiendas de juguetes (3,25 años), tiendas de ropa (3,75 años) y de cosmética (4 años).
- Reparaciones de todo tipo (es decir, trabajos «artesanos» o de FP en España, desde talleres a fontaneros) y gasolineras son, sin embargo, buenos negocios rentables.
- Muchos emprendedores de este tipo disfrutaban de monopolios regionales. En Estados Unidos, el tema de concesionarios de coches está bastante regulado en cuanto a dónde o cómo ponerlos, de modo que muchos de esos emprendedores tienen poca competencia.
O, dicho de manera más práctica, esos emprendedores a los que mejor les va evitan, por el motivo que sea, contextos de elevada competencia en precios.
En definitiva, caemos en trampas porque tenemos ese sesgo a perseguir lo nuevo, brillante y joven, pero, según los datos, parece un camino rápido a la ruina.
Mientras, los pragmáticos, los que se centran en lo aburrido que funciona y no se dejan arrastrar por modas, mira al resto desde las alturas, sabiendo que su brújula nunca será tendencia, pero apunta en la dirección adecuada.