Durante mucho tiempo renuncié a este juego. El networking de negocios me pareció siempre falso y mercenario, pero la realidad es que es imprescindible. Si vamos a conseguirlo en esto, lo haremos como siempre lo hemos hecho las personas desde que el mundo es mundo:

En grupo.

Esto es algo que, como introvertido de manual, siempre me ha costado aceptar, pero la realidad es demoledora.

Según datos de Hubspot, el 80% de los empleos se consiguen mediante contactos y las mejores ofertas nunca llegan a ver la luz. Es normal, se cubren con gente recomendada por alguien cuando surge la necesidad y, los que precisan algo, preguntan primero a sus contactos.

Eso es trasladable a las oportunidades de negocio, porque este es, primordialmente, un juego de personas.

Conozco a un emprendedor que parece el rey Midas. Principalmente, porque domina el juego de las ventas como nadie, lo que implica dominar el juego de personas y es el típico que «conoce a todo el mundo».

También paga unos 1200 euros anuales por estar en un grupo de WhatsApp privado con otros empresarios.

Y hace bien porque, si un día ya vimos el tipo de redes de contactos más efectivas, hoy me gustaría comentar lo que, en mi experiencia, mejor funciona para hacer esos contactos y crear una red de forma sencilla.

La actitud correcta del networking que funciona

Cuando me empecé a tomar en serio el networking, y para no sentirme un fraude, me propuse que contactaría con otros por verdadero interés en ellos como personas y lo que hacen, y no (solo) por lo que podrían hacer por mí.

Porque, en realidad, ese es uno de los principales secretos cuando me he codeado con algunos de los jugadores importantes. No conectan para hacer negocios, conectan en general y los negocios surgen de manera natural, cuando el timing es adecuado.

Mientras tanto, quedan, se ayudan, se divierten, se envían información interesante, se preocupan por cómo le va al resto…

Es decir, que no hay que ir con una actitud mercenaria de qué pueden hacer los demás por mí, sino con la de cómo puedo ayudar yo.

Los 3 pasos más sencillos para empezar a crear una red de contactos

Lo que mejor me ha funcionado, y he visto que le funcionaba a la mayoría para crear una red de contactos, es seguir estos pasos que van «desde dentro a afuera» en cuanto a grado de conocimiento:

1. Empezar por los conocidos

Que sí, que todos muy amigos y eso, pero por mucha confianza que haya, no podemos leer mentes. No sabemos si alguien está buscando un trabajo ahora mismo o necesita algo para su negocio en este momento, a menos que preguntemos activamente.

Por eso, debemos empezar por nuestros amigos y conocidos, que es lo más sencillo. Es posible que nos llevemos alguna sorpresa.

2. Seguir por los antiguos contactos

Lo siguiente es reconectar con el pasado, con personas de trabajos previos, proyectos que ya terminaron o contactos con los que, en su día, ya teníamos una cierta relación.

Muchos de ellos habrán cambiado de circunstancias y trabajos y, además del probable placer de reconectar si nos parecían personas decentes, es posible que surjan oportunidades que no esperábamos.

3. Conectar con esos desconocidos con los que nos gustaría tomar algo

Llega la hora de conectar con esos a los que nos gustaría frecuentar, pero a los que no conocemos de nada.

Puede que sea un nombre reconocido en el sector, puede que sea con esas «personalidades» en Internet que nos parecen interesantes y dicen o hacen cosas que nos atraen.

Personalmente, aún me asombra el éxito y la respuesta que suelo obtener usando el email en frío.

Es baja, porque así es el juego de números de esta estrategia, pero más alta de la que puede parecer, si se hace bien.

Para ello, la frase más poderosa para conectar con extraños en una posición superior es, en mi experiencia: «¿Puedo pedirte consejo?».

Si queremos, podemos incluso probar a poner esa pregunta como asunto del email en frío a la persona con la que queremos contactar. Personalmente, me ha funcionado bien.

Importante tener en cuenta que esto no es para que nos hagan trabajo o favores gratis, sino que lo debemos enfocar en el hecho de que están en la posición en la que nos gustaría estar y preguntarles si tienen algún consejo al respecto de cómo han llegado ahí.

Es la mejor manera de poner el pie en la puerta y empezar a construir una relación de valor para todos.

También me ha funcionado muy bien, aunque ahora apenas lo uso, haber conectado por Twitter. Aún estoy asombrado de cómo, al menos hace unos años, incluso ciertas «celebridades» llegaron a contestarme amablemente.

Este enfoque de pedir consejo, persuasivamente, tiene más miga de la que parece.

Implica hacer un cumplido, explícito en el mensaje o implícito al admitir que están en una situación que admiramos y deseamos, (y los cumplidos funcionan), además de reconocerles un status superior al nuestro.

No me voy a meter en conceptos avanzados de persuasión como validación, vanidad o status, pero es un excelente enfoque para primeros contactos con «jugadores importantes».

Llegar y mantenerse

No es lo mismo hacer un contacto que mantenerlo. Dada la importancia del timing en los negocios, para que surja la oportunidad tienen que conjugarse tanto la persona correcta, como el momento adecuado.

Dado que poca influencia vamos a tener en el momento, lo que sí podemos hacer es conservar el contacto para cuando se produzca la situación.

Esto implica nutrir la relación de manera cotidiana, interesarse genuinamente y hacer esfuerzos activos por mantenerla viva. Muchos de ellos no serán especialmente correspondidos, pero debemos entender que no podemos cosechar de campos que no hemos cultivado.

Eso es algo que, por alguna razón, más gente de la que parece cree que puede conseguir.

Pero, sobre todo, seamos genuinos en el interés por las personas y en el networking, lo contrario se nota demasiado.