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¿Se puede decir algo nuevo sobre el tema de emprender?
El otro día hablaba con un amigo que tiene varias iniciativas de negocio, algunas bastante exitosas, un emprendedor de verdad. Le comenté por encima que estaba escribiendo desde hace tiempo un libro sobre el tema y me hizo una pregunta interesante:
«¿Es que se puede decir algo que no se haya dicho ya mil veces?».
Y tiene razón, porque en teoría, emprender es «sencillo».
Qué es emprender realmente
Reducido a lo fundamental, emprender es crear una oferta (sea producto o servicio) e ir hasta quienes la necesitan, para que la vean y la prueben.
Si esa oferta es superior de alguna manera a lo que ya hay (que es el motivo por el que muchos emprenden, rellenar un hueco que han visto que no satisface el mercado), una parte de esos que prueben nuestra opción la elegirán.
Esa es la teoría y es sencilla, pero por el camino de llevarla a la práctica se pierden cosas y, como emprender es realmente un juego de personas y dinero, más que un juego de ofertas que compiten en igualdad de condiciones, no es tan sencillo.
Por qué muchos genios fracasan emprendiendo
El problema fundamental es que la teoría está muy bien y es «cierta», pero cuando baja a la realidad, todo es más complicado.
Para empezar, porque el emprendedor no es el único con la misma idea peleando por el mismo público.
Para seguir, porque en la práctica hay reglas de todo tipo que cumplir para desarrollar una actividad.
Para terminar porque, a fin de vender y ganar dinero con nosotros, se nos cuentan muchas cosas sobre emprender que suenan genial, pero no son reales.
Los dos primeros factores hacen que el emprendedor reciba pronto una lección de humildad, la de que serás muy bueno en lo que haces (como por ejemplo, programar), pero para emprender precisas habilidades que seguramente no te han enseñado.
Las principales, la de vender, porque efectivamente compites con otros y has de hacerte notar por encima de ellos, y a continuación la habilidad de gestionar, porque pronto te das cuenta de que hay demasiadas cosas que no tenías en cuenta, debes controlar y son necesarias para mantener una iniciativa de negocio.
Desde gestión económica hasta humana, pasando por producción, ventas, etc, el emprendedor ha de ponerse demasiados sombreros para los que, en principio, no está formado.
Así, quizá eres un programador excelente que creó una aplicación que resuelve un problema importante, pero a la hora de emprender te das cuenta de que has dejado de ser informático para convertirte en comercial/gestor/psicólogo y mil cosas más en el día a día.
El tercer factor es más complejo y su influencia es más sibilina.
Toda la industria, literatura y mercado que hay alrededor del hecho de emprender han configurado una imagen distorsionada del tema.
Al menos, en la superficie, pero muchos se lanzan a la piscina sin comprobar qué hay debajo de esa agua tan cristalina desde fuera.
Es normal, no ves algo de manera completa hasta que no estás inmerso en eso.
Las verdaderas reglas de emprender
Si examinas la mayoría de literatura de negocio, así como noticias, películas y otras narrativas, se ha creado la percepción de que emprender es la puerta a los sueños.
También parece que es lo único que nos salvará: personas visionarias con iniciativa, que traen soluciones a los grandes problemas y deseos de la gente y la sociedad.
Y de nuevo puede que la teoría sea correcta, pero pienso que hemos de afrontar el mundo como es, y no como nos gustaría que fuera, para no llevarnos sorpresas.
Porque muchos emprendedores con iniciativa, visión e innovación sufren enseguida y, si perseveran (y se van librando por el camino de las narrativas que les convencieron de meterse por ese sendero en primer lugar), se van dando cuenta de que esas habilidades tan bonitas que les dijeron, a la hora de conseguir resultados, palidecen en comparación con, por ejemplo, tener contactos, capital y suerte.
Así que, ¿en qué debes centrarte realmente?
No me gusta y no debería ser así, pero si me obligan a apostar por un emprendedor contra otro, elegiré el de contactos, capital y suerte, en lugar del innovador visionario con iniciativa.
Sé que las películas dicen lo contrario y puede que falle, pero soy un economista sin corazón que no quiere perder apuestas y piensa en probabilidades.
Así que es cierto que quizá no se pueda decir (casi) nada nuevo sobre emprender, pero creo que hay que decir lo correcto más a menudo, en lugar de lo que se oye constantemente por ahí.
Especialmente, en lo referido a las verdaderas reglas del juego de emprender.
Porque este es un juego de personas, emociones y dinero, no una competición justa de ideas, por mucho que queramos creer eso.
Así, muchos emprendedores piensan que juegan a las damas, cuando es ajedrez y salen escaldados.
Las dos cosas más importantes en el día a día
Por otro lado, y a la hora de la práctica, creo que hay que bajar a tierra y simplificar en lo esencial los dos aspectos más importantes de toda nueva iniciativa, las dos columnas que sostendrán la casa en el día a día:
- Oferta.
- Marketing.
De manera que se dé una visión realista de ambas cosas, que funciona en la trinchera del día a día, y no en la cátedra teórica de los gurús.
¿Cómo son realmente las ofertas que venden y qué venden estas en realidad? (porque no es lo que parece) o ¿en qué consiste el marketing en la vida real?
En mi experiencia, muchas iniciativas fallan porque, al menos en España, la cultura de marketing es nula. Y para muchos pequeños emprendedores el marketing es una especie de misterio, de habilidad arcana y compleja reservada a «expertos».
Nada más lejos y por eso creo que es importante desmitificarlo y dejar bien claro lo esencial sobre el tema.
Así que sí, hay un apartado importante sobre marketing y quizá eso haga que a muchos se les pongan los ojos del revés. Lo entiendo porque a mí me pasaría lo mismo y eso que trabajo en el sector durante los últimos años, pero no voy a insistir de nuevo en lo de mirar el mundo como es y no como nos gustaría que fuera.
Por eso, creo que quedan cosas por decir sobre emprender, especialmente, la verdad de lo que marca la verdadera diferencia a la hora de conseguirlo.
Eso incluye el enorme papel de la suerte que ya vimos aquí y que se omite, para que no se caigan muchos chiringuitos montados alrededor del tema mercado de emprender.
Y algunas cosas no sonarán demasiado bien, pero al menos, no nos quedaremos con cara de sorpresa (y de tontos) si nos pasan por encima.