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El rasgo de personalidad que mejor predice el éxito, según la ciencia
Tras la pausa breve por el festivo de la semana pasada, retomamos la programación habitual. Y lo cierto es que hay determinados temas en ella que despiertan un mayor interés, como por ejemplo, rasgos de personalidad y mentalidad emprendedora, y qué influencia y relación (real) tienen con el éxito o no en los negocios.
Este siempre ha sido un tema controvertido, que se suele tratar más desde la intuición que desde los datos.
Así, como ya he comentado alguna vez, cuando se habla de mentalidad emprendedora, se suelen sacar a pasear características como la visión, el arrojo, la inteligencia y todas esas cualidades que asignamos, o se «autoasignan», aquellos que han llegado a la cima y, sobre todo, tienen un altavoz o despiertan interés por su éxito.
Lo que ocurre es que, como suelo decir a mis clientes cuando trabajamos su marketing, lo más importante es el mito, la narrativa. Que esta sea interesante y, si es cierta o no, pues eso es menos relevante a la hora de atraer.
Por eso, las historias dicen una cosa, pero los datos dicen otras, lo que pasa es que, como veremos, esos últimos son mucho más «aburridos».
Cuál es el verdadero rasgo de personalidad que mejor predice el éxito
Para empezar, el preceptivo y necesario aviso. En realidad, no hay cualidades mágicas de personalidad que, si adquirimos, nos vayan a garantizar el éxito. Hay cosas que importan mucho más y ejercerán un mayor papel, como el contexto o la suerte, y esa es la realidad.
Sin embargo, sí es cierto que hay un rasgo de personalidad que, en los estudios, correlaciona más que otros con el logro y el éxito, desde el académico, hasta el laboral o empresarial.
Lo que pasa es que hasta su nombre es anticlimático, porque se trata de ser concienzudo.
Efectivamente, pocos rasgos de personalidad tan «planos» como ese.
Qué implica ser concienzudo o escrupuloso
En términos psicológicos, la conscientiousness o ser concienzudo se refiere a la característica de la escrupulosidad y responsabilidad, siendo exigentes con nuestro trabajo, comportándonos de manera cuidadosa e inteligente a la hora de hacer algo.
Dicho atributo forma parte de los Big five o cinco grandes rasgos de personalidad junto a: Apertura a la experiencia, Extraversión, Amabilidad y Neuroticismo.
Y la realidad es que, según estudios como este o este, dicho rasgo está más presente en aquellos con mejor rendimiento, éxito y carrera profesional. Es más, cuando esa escrupulosidad y ser concienzudo se compara con otros rasgos más de moda, como la famosa grit o resistencia, de nuevo sale ganando en cuando a mejor rendimiento /y muestra que, por ejemplo, esa grit o resistencia está muy sobrevalorada y apenas influye en nada).
Así que, si uno quiere empeñarse en trabajar un rasgo que tenga más probabilidades de ayudarle en el camino emprendedor, parece que es mejor tratar de ser escrupuloso que cualquier otra cosa (excepto ser muy afortunado, claro).
El poder de las historias
Que te importe lo que haces como para hacerlo con cuidado, con atención al detalle, respetando la complejidad y planificando bien, tratando de comprender todo lo que abarca, etc, suena tedioso, pero, como ya comenté hace tiempo, los mejores abrazan lo aburrido.
Abrazan lo fundamental, que no brilla como la última moda o el nuevo juguete del que todo el mundo habla, pero es que las modas se van como vienen y no suelen dejar huella.
Sin embargo, lo importante permanece, aunque el problema es que las personas somos mucho de empezar, pero los ganadores son de terminar y, para terminar, ser concienzudo es imprescindible. Ese es el rasgo que nos permitirá atravesar las llanuras o puntos medios de las cosas, a los que llegamos cuando la motivación inicial ya se apagó, pero que es necesario atravesar para alcanzar nuestro objetivo.
Así, nos enamoramos de la idea del emprendedor audaz, cuando el que triunfa de verdad y de manera consistente no tiene tiempo de encantarnos con su carisma, porque está ocupado encargándose de lo importante.
Da igual, porque ser metódico, organizado y responsable no es material para una gran historia, con sus altos y bajos, sus desafíos y triunfos… De modo que es más difícil de vender, porque es más difícil emocionar con canciones sobre autodisciplina o diligencia, atributos de los escrupulosos.
Ahora, en esa misma línea, es cierto que cuando ser concienzudo se une a otros rasgos (que tampoco suelen ser los más repetidos) esas probabilidades aumentan aún más.
Aunque esa es una historia para la semana que viene…